En las comunidades remotas afrocolombianas de Juanchaco y Ladrilleros, ubicadas a lo largo de la costa del Pacífico del Valle del Cauca en Colombia y accesibles principalmente por barco, tener acceso a Internet ha sido un anhelo desde hace mucho tiempo. La falta de conectividad ha dejado muchas familias sin acceso a oportunidades educativas y económicas, ocasionando que algunas consideraran dejar sus hogares en busca de un mejor futuro. Aunque se encuentra a solo una hora por mar de la ciudad más cercana, Buenaventura, vivir en esta zona rural y remota supone importantes retos para esta dinámica comunidad a la hora de obtener servicios esenciales como la atención médica, la educación y las comunicaciones.
El proyecto «Conectar a las personas: implementación de redes comunitarias usando el espectro IMT», dirigido por la Asociación Colnodo y financiado por el programa de subvenciones Fortalecer las comunidades, mejorar la vida y los medios de subsistencia (SCILLS) de Internet Society Foundation, ha acabado con el aislamiento al llevar conectividad a Internet esencial a estas comunidades remotas. La iniciativa ha empoderado a comunidades remotas de Colombia para construir y operar redes de Internet basadas en LTE. Al combinar conectividad de vanguardia con formación sobre habilidades digitales, particularmente para mujeres emprendedoras, la iniciativa promueve la inclusión, la resiliencia económica y las oportunidades educativas en zonas desatendidas por la infraestructura digital.
Mediante este proyecto, una red comunitaria ha cobrado vida: Red Comunitaria La Cachuda. Esta iniciativa ha dado como resultado una transformación dramática dentro de estas comunidades remotas, particularmente en educación, emprendimiento y comunicación. Los niños y jóvenes ahora pueden estudiar en línea, cerrando una brecha educativa significativa, mientras que los emprendedores locales, especialmente las mujeres, pueden promocionar sus productos, cultura y gastronomía a través de las redes sociales, impulsando así la economía local. Además, la comunicación a través de las aplicaciones de mensajería instantánea ha fortalecido los lazos comunitarios y ha reducido el aislamiento.

Antes de la implementación de la red comunitaria, la conectividad digital era solo un sueño distante para la comunidad. Soledad Ballesteros, la coordinadora local de la red comunitaria La Cachuda, afirma que «la comunicación era muy limitada en nuestras comunidades. Todo lo relacionado con conexiones y comunicación era bastante difícil». Pero ahora, «hay un cambio muy positivo ya que Internet es nuestro apoyo, lo que no solo permite que las personas de la comunidad se comuniquen sino que nos une como comunidad«, comenta.
La conectividad se estableció en esta comunidad remota utilizando tecnología basada en LTE (evolución a largo plazo, un estándar de comunicaciones móviles 4G), de Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT), mediante la banda de 900 MHz, que actualmente no se utiliza ni se asigna comercialmente, y cubre grandes áreas donde la fibra óptica o los enlaces de radio no son viables. Opera desde una estación base ubicada a 12 metros sobre el nivel del mar y cuenta con un sistema de energía solar autónomo, garantizando el acceso mediante dispositivos móviles personales y nueve módems Wi-Fi con tarjetas SIM.

Pero este proyecto va más allá de la conectividad; es sobre empoderamiento. Más de 60 personas de la comunidad recibieron capacitación para fortalecer sus habilidades digitales, y 47 mujeres emprendedoras tomaron un curso para aprender sobre marketing digital y educación financiera. Aurora Orobio, una beneficiaria de la red y estudiante virtual, destacó la importancia del proyecto para el desarrollo de la comunidad y expresó que «quisiera que se implementaran redes similares en otros territorios, para empoderar a las mujeres y reducir las brechas sociales y de género».

Gracias a la nueva infraestructura, más de 100 familias ahora disfrutan de acceso a Internet estable. Los residentes usan la red para comunicarse, los niños asisten a clases en línea y las mujeres emprendedoras promocionan los productos locales y la herencia cultural afrocolombiana a través de las redes sociales. «Esta solución de red es para todos y beneficia a todas las personas. En particular a muchas familias que viven en lugares remotos y que tienen que viajar para poder comunicarse, hacer una llamada o acceder a servicios en Internet. Era bastante complicado. Pero ahora, con la red comunitaria, la gente está muy contenta con ella«, comenta Soledad Ballesteros. Por ejemplo, «hemos creado un grupo de WhatsApp para la comunidad. Las personas ahora comparten actualizaciones importantes, coordinan esfuerzos y se apoyan mutuamente de forma más sencilla. Así que ahora no solo estamos conectados, estamos unidos«.
Para el director de la Asociación Colnodo, Julián Casasbuenas G., «este proyecto demuestra el poder de las comunidades para gestionar su propia conectividad mediante tecnologías aptas para zonas remotas donde el Internet comercial no llega». Además, más allá de eso, este proyecto demostró que «las mujeres ahora pueden participar activamente en este proyecto tecnológico, creando y desarrollando negocios dentro de la red comunitaria, como el turismo y la producción de bebidas ancestrales, y comercializándolos gracias a las plataformas de Internet».

Este proyecto también está contribuyendo a configurar la política nacional mediante recomendaciones para un decreto del Ministerio de TIC de Colombia destinado a permitir el acceso de la comunidad al espectro IMT. Estos avances normativos sientan las bases para recrear el modelo en otras zonas desatendidas. El éxito de la red La Cachuda demuestra la sólida colaboración multisectorial entre la Asociación Colnodo, la CITEL (Comisión Interamericana de Telecomunicaciones), el Ministerio de TIC de Colombia y el apoyo de la Internet Society Foundation, lo que pone de manifiesto cómo las subvenciones estratégicas pueden transformar vidas y promover la inclusión digital.
«Nuestro objetivo con el programa de subvenciones SCILLS es no solo conectar a las personas a Internet sino también abrir oportunidades para la educación, las iniciativas empresariales y la inclusión social», afirmó Jenn Beard, Directora sénior del Programa en Internet Society Foundation«. Este programa de subvenciones está diseñado para «apoyar iniciativas que aprovechen el acceso a Internet como catalizador para el cambio a largo plazo en comunidades marginadas. El acceso a Internet ya no es un lujo; es una herramienta fundamental para prosperar en el mundo de hoy en día. Al financiar iniciativas como esta, nos proponemos empoderar a los líderes locales y garantizar que las personas, especialmente las mujeres y los jóvenes, adquieran las habilidades digitales necesarias para participar plenamente en la economía y la sociedad civil. Lo que hemos presenciado en Juanchaco y en Ladrilleros es un sólido ejemplo de cómo la conectividad impulsada por la comunidad puede fomentar la dignidad, la autonomía y la esperanza«, declaró.
Este proyecto representa un punto de inflexión. Lo que una vez fue una región desconectada, ahora es una comunidad floreciente y digitalmente conectada que usa la tecnología para fortalecer los lazos sociales, preservar la identidad cultural y crear un futuro más inclusivo y próspero.

Más información sobre:
– Programa de subvenciones SCILLS
– Asociación Colnodo Colombia
– Red Comunitaria La Cachuda
